La migración no es una amenaza

En los medios de comunicación, vemos hoy en día muchos debates ocasionados por la migración.

Pero, ¿es realmente el inmigrante una amenaza al estilo de vida, la cultura y la economía del país que lo recibe? Es importante ponernos en el lugar de los inmigrantes antes de formar un juicio contundente.

La inmigración no es un fenómeno reciente. Si aceptamos la idea del primer hombre (o mujer) proveniente de África Occidental, entonces podemos decir con certeza que todas las regiones del mundo, en algún momento, recibieron inmigrantes.

La historia nos muestra que las personas han migrado de un lugar a otro en busca de oportunidades, seguridad y libertad.

Causas

El inmigrante emigra por sus sueños y aspiraciones. Migrar, en cierto grado, es intrínsecamente humano.

Lo que nos debe sorprender de verdad, es que creamos que hay cierta cosa llamada una cultura estática.

La inmigración puede abordarse desde sus factores que la impulsan: económicos, políticos y socioculturales.

Necesidad

No podemos hablar de que un migrante emigra por simple gusto, aunque sería hermoso llegar al día en que en el planeta no existieran fronteras y pudiéramos emigrar por gusto, para disfrutar de nuestro bello planeta.

Sin embargo, la realidad es que el migrante, en muchas ocasiones, se ve obligado por sus circunstancias.

Quien quiera acusar a los migrantes de que en su país de origen también hay trabajo, piense en por qué, si es correcto venderle sueños a través de publicidad mediática, no es correcto brindarle a todos la misma oportunidad para lograrlo.

Ya basta de ver al migrante como una amenaza. La mayor parte de los miedos y peligros son infundados.

Posibilidades

Un inmigrante trae consigo habilidades, perspectivas e ideas nuevas que enriquecen las sociedades que los acogen.

Las vacantes laborales pueden ser cubiertas por ellos, pero pensar que solo para eso son buenos es tener un pensamiento muy pequeño. El inmigrante genera ideas frescas de negocio.

Dejemos ya de lado los prejuicios y estereotipos.

Abracemos la inmigración y demosle a los inmigrantes el trato digno y el respeto que todo ser humano merece.

Creando soluciones

Pongamos presión a los gobiernos y a las organizaciones internacionales para que creen políticas y programas enfocados en la integración.

Las escuelas, los trabajos y los medios de comunicación deben cantar la misma canción: sí a la inmigración.

Con una promoción a una perspectiva más positiva e inclusiva, veremos más historias y testimonios de éxito.

Nos gusta hacer eventos por todo, ¡hagamos eventos que fomenten espacios de diálogo y reflexión sobre la inmigración!

Conclusión

Comprender que la migración es un fenómeno natural, inherente a la condición humana, nos permite adoptar una postura empática y receptiva ante las experiencias y desafíos de quienes abandonan su lugar de origen en busca de un futuro mejor.

Al acoger a los migrantes con respeto y dignidad, no solo les permitimos integrarse plenamente en nuestras sociedades, sino que también enriquecemos nuestra propia visión del mundo y fortalecemos los lazos que nos unen como seres humanos.

¿Qué acciones tomarás? Comparte tu opinión con el autor Martín Alonso Aceves Custodio y toda nuestra comunidad de La Filosofía Como Respuesta.

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La migración no es una amenaza: Cómo cambiar nuestra perspectiva
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En los medios de comunicación, vemos hoy en día muchos debates ocasionados por la migración. Pero, ¿es realmente el inmigrante una amenaza al estilo de vida, la cultura y la economía del país que lo recibe? Es importante ponernos en el lugar de los inmigrantes antes de formar un juicio contundente.
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