La Filosofía Como Respuesta by Martin Alonso Aceves Custodio

 Crecimiento de la Mafia Albanesa

Albania parece un país alejado y sus actividades sin mayor relevancia en nuestras vidas; sin embargo, en el mundo interconectado en el que vivimos, los problemas de un humilde país repercuten a nivel global.  

El crimen organizado originado en Albania, mejor conocido como la mafia albanesa, es una organización delictiva con presencia mundial que se destaca, entre otras actividades, por traficar drogas, la trata de personas, la extorsión y el lavado de dinero. 

Han pasado de tener influencia local a operar en Europa Occidental, Norteamérica, América del Sur y el Medio Oriente.  

La estructura de estas redes ha sido clave para su rápida expansión y para su penetración en el mercado ilegal de diferentes países. Esta reflexión pretende analizar cómo es que ciertas circunstancias sociales pueden fomentar la resiliencia y la proliferación de organizaciones delictivas.  

Orígenes  

La estructura social tradicional de Albania se regía bajo un código medieval legal llamado “Kanun”. Este regulaba las relaciones sociales con especial énfasis en la venganza y el honor.

Si tomamos en cuenta que la sociedad albanesa se componía primordialmente de clanes familiares (Fis), podemos ver cómo grupos de personas con lazos sanguíneos se unieron en base a la lealtad, formando redes bien organizadas.  

Estos grupos descentralizados, unidos por vínculos estrechos de lealtad entre sí, son la clave para la adaptabilidad de las organizaciones criminales albanesas. Dado que la violencia es parte intrínseca de la cultura albanesa, su implementación a la hora de entrar a mercados ilegales de alta rentabilidad ha sido notoria.  

Todos los grupos delictivos tienen un inicio. En este caso, su origen se remonta al período comunista del país, donde la escasez de ciertos artículos y la pobreza eran comunes. Las redes albanesas aprovecharon las restricciones y las políticas de la época para operar en el mercado negro, proporcionando bienes faltantes a sus connacionales.

Años 90

Con la caída del comunismo en los años 90, se presentó una oportunidad para involucrarse en las estructuras políticas del Estado, que aprovecharon al máximo. La corrupción, característica de una sociedad donde los intereses de unos cuantos priman sobre los de la colectividad, jugó un papel importante.  

Estas redes criminales son entonces una respuesta a circunstancias determinadas. Iniciaron operando al margen de la ley, en una época en que esta era insuficiente para cubrir las necesidades de quienes se veían abandonados por el Estado. 

En este tipo de situaciones, no debe sorprender que el individuo y los grupos de personas afines busquen ejercer una forma de justicia y protección, aun cuando esto quebrante las mismas leyes que los pusieron en esa circunstancia.  

No buscamos glorificar ni justificar a estas organizaciones ni a sus integrantes; buscamos comprender el fenómeno que dio pauta a su nacimiento y la razón por la cual hoy tienen un papel tan grande en el mercado ilícito internacional. Es tarde ahora para intentar prevenir su expansión. 

Acciones a tomar

Las medidas que quedan para desintegrar estas redes delictivas son las de cooperación internacional y de desmantelamiento desde sus orígenes, infiltrando personal en su estructura —una ironía, dado cómo han logrado su expansión usando este método.

Sin embargo, no hay que olvidar que, una vez desmanteladas, todos los integrantes merecen una oportunidad de rehabilitación. Hasta en los crímenes más graves cabe la opción de ejercer compasión.  

Pero sí estamos a tiempo de comprender que los factores que sirvieron como ingredientes para la receta que terminó formando estas organizaciones criminales son factores que se están replicando en otras partes del mundo.

Es necesario matar al monstruo cuando es pequeño; por lo tanto, debemos ocuparnos de nivelar la balanza cada vez que veamos vacíos en la gobernanza, desigualdad y falta de oportunidades, e instituciones políticas viciadas que buscan el interés de unos cuantos sobre el bienestar de toda la sociedad. 

De otra forma, estaríamos dando nuestro consentimiento a que otra súper organización criminal naciera y creciera bajo nuestras narices.  

Conclusión

Las circunstancias sociales desempeñaron un papel crucial en el crecimiento de la mafia albanesa, moldeando su estructura y alcance. Factores como la organización tribal basada en clanes, el colapso del régimen comunista y la inestabilidad generada por las guerras yugoslavas crearon un terreno fértil para el desarrollo del crimen organizado. 

La falta de oportunidades económicas, combinada con la debilidad institucional, permitió que estas redes mafiosas se expandieran tanto a nivel local como internacional. Además, su capacidad para adaptarse a diferentes contextos y su enfoque en actividades ilícitas como el tráfico de drogas y personas consolidaron su influencia global. 

En esencia, la mafia albanesa es un reflejo de cómo las dinámicas sociales y políticas pueden dar forma a fenómenos delictivos complejos y duraderos.

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