La Filosofía Como Respuesta by Martin Alonso Aceves Custodio
Lenin y el Comunismo Un Mal Nombre

Lenin y el Comunismo Un Mal Nombre

Lenin y el comunismo

Los entusiastas de un mundo mejor estamos de acuerdo en que la revolución que buscamos tiene tintes ideológicos socialistas.

No vemos como una continuación del modelo capitalista permita a las masas alcanzar un nivel de vida igual al que hoy gozan unos cuantos o como nuestro planeta pueda ser cuidado como debería si el último incentivo del deterioro es la ganancia personal.

Muchas personas están de acuerdo en que este egoísmo arraigado es dañino, incluyendo personas que han aprovechado las ventajas del capitalismo

Sin embargo, nos encontramos con que no todas las personas a las que les planteamos un cambio de capitalismo a socialismo están convencidas.

¿Cómo suena el comunismo?

Algunas inclusive se alarman al solo escuchar esa palabra. Socialismo suena cercano a comunismo y el comunismo, según la doctrina capitalista que controla e influye a nuestras naciones, es malvado.

El comunismo, corriente ideológica derivada del socialismo, ha sido en gran parte el objeto de campañas mediáticas que advierten sobre los males de sustituir al modelo capitalista, que aunque en decadencia, promete un futuro mejor para quienes logran subirse al tren de la riqueza y la desconsideración por los intereses colectivos.

Vale la pena aclarar para los que no tienen claras las diferencias entre comunismo y socialismo, que todos los comunistas son socialistas, pero no todos los socialistas son comunistas.

Ambos sistemas económicos y políticos buscan una mejor igualdad en la distribución de la riqueza, quieren que los medios de producción sean de control público y que sea la clase trabajadora, es decir, tú y yo, quien tenga el poder económico.

Diferencia

La diferencia entre ambos sistemas es la radicalidad.

El socialismo permite la existencia del capitalismo en algunas partes de la economía, no condena la propiedad privada y fomenta una transformación gradual de un modelo a otro; mientras que el comunismo enfatiza la transferencia de poder a través de una revolución y la eliminación de la propiedad privada.

El comunismo es una corriente desprendida del socialismo. Su meta principal es noble, una sociedad sin clases, más su ejecución ha sido polémica y accidentada, por decir lo menos.

Su principal figura es Karl Marx, quien, en colaboración con Friedrich Engels en 1848, escribió el “Manifiesto Comunista”, dándole forma a las ideas comunistas del momento.

Sin embargo, no fue hasta la revolución de Octubre de 1917 en Rusia, que Vladimir Lenin logró instaurar el primer régimen comunista moderno.

Argumento

Vale mencionar que Lenin se basó en el escrito de Marx “Critica del programa Gotha” para su programa de dos fases de una sociedad comunista.

Pero si analizamos el trabajo insignia de Marx “Capital” nos podemos dar cuenta de que él nunca dejó un plano sobre cómo lograr esta transición entre capitalismo y comunismo, por lo cual presenciamos un claro malentendido.

Marx veía al estado como una institución política que se disolvería una vez que los trabajadores tuvieran el poder y eliminaran las clases sociales.

Unos años después, con la muerte de Lenin en 1924, Joseph Stalin le dio un giro diferente al Marxismo-Leninismo.

Él dejó de preocuparse por el enfoque global del socialismo-comunismo, para convertirlo en algo nacionalista y partidista.

Ejecución

La ejecución del socialismo-comunismo por parte de Lenin, aunque bienintencionada, contribuyó a que el socialismo adquiriera un mal nombre.

La implementación de políticas radicales y la supresión de la oposición política y social generaron un clima de miedo y represión. Esto, sumado a la asociación del socialismo con el autoritarismo y la falta de libertades individuales, contribuyó a que muchos vieran el socialismo como una ideología peligrosa y opresiva.

Sin embargo, es importante destacar que el socialismo en sí mismo no es inherentemente autoritario o opresivo, y que existen muchas formas de implementar políticas socialistas de manera democrática y respetuosa con los derechos individuales.

Debido a esto vimos en países como Vietnam, Laos, Cuba, China, Corea del Norte y la Unión Soviética influencia de Marxismo-Leninismo-Bolchevismo. Una ejecución pobre de los ideales socialistas.

El cambio

El cambio que buscamos los filósofos comprometidos con la humanidad y el medio ambiente es paulatino, no radical.

No deseamos causar más sufrimiento, ni darles una lección a quienes han aprovechado el capitalismo—después de todo ellos solamente han jugado mejor el juego al que todos estamos sujetos. Nosotros queremos concientizar y sumar esfuerzos.

Deseamos eliminar el espectro del comunismo y el socialismo barbárico y autocrático que desafortunadamente ha existido para darle paso a la justicia social y a la compasión comunitaria.

Los programas y políticas socialistas pueden existir y convivir armónicamente con el capitalismo dentro de la sociedad.

Modelo nórdico

El modelo nórdico, que es una mezcla de capitalismo con socialismo, nos ha mostrado que es posible combinar el bienestar general con el crecimiento económico.

Finlandia, Suecia, Noruega y Dinamarca se apuntan como las primeras naciones en dar el salto revolucionario hacia una concientización comunal integral.

Empecemos por no comprarles la cantaleta a los políticos capitalistas que han hecho uso de apelativos como “socialista” o “comunista” a la hora de insultar a sus adversarios.

Ellos, o son ignorantes, o tienen miedo de que sus abusos terminen el día en que la voluntad del pueblo realmente sea representada y todos puedan acceder al mismo nivel de bienestar que durante generaciones hemos alcanzado.

Así entonces, recordemos que como la canción de rock dice: Lenin, tú le das al socialismo, un mal nombre.

Conclusión

En conclusión, la asociación de Lenin y el comunismo con un “mal nombre” refleja las críticas y controversias que han rodeado a este sistema político y a su líder histórico.

A pesar de sus ideales igualitarios, el legado de Lenin está marcado por la represión, la violencia y la opresión, lo que ha generado un debate persistente sobre la verdadera naturaleza del comunismo y su impacto en la sociedad.

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Instituciones Inclusivas La Clave para una Sociedad Próspera

Instituciones Inclusivas La Clave para una Sociedad Próspera

Instituciones inclusivas: la receta de Daron Acemoglu para una sociedad más próspera

Daron Acemoglu, en su libro “Por qué fracasan los países”, muestra a través de un detallado estudio histórico de naciones alrededor del mundo cómo las macro sociedades han alcanzado alta o baja calidad de vida según las instituciones que hubieran desarrollado.

Acemoglu llama instituciones inclusivas a aquellas que, durante su evolución, están conformadas por sectores pluralistas de la comunidad.

Estas instituciones creen en la igualdad de derechos y en el acceso igualitario a oportunidades y recursos.

Estas instituciones promueven la iniciativa y la colaboración comunal en pro del beneficio de la sociedad.

Necesidad de la institución

Una institución puede ser económica o política; necesitando primero una institución política inclusiva y centralizada capaz de mantener a la población unida para que estos desarrollen instituciones económicas de libre mercado.

Los principios que podemos observar en instituciones inclusivas son la universalidad, la no discriminación y la acción dirigida —particularmente para grupos de personas en desventaja que requieren de un trato diferente al que los dejó en esa posición en primer lugar.

Su contraparte, las instituciones extractivas, son instituciones manufacturadas u orgánicas que centralizan el poder en un grupo y marginalizan a los otros.

En esta concentración de poder es que vemos florecer la corrupción y la disparidad.

Acceso a la educación

La movilidad social se ve constreñida al punto en el cual es difícil acceder a la educación, tener seguridad en la propiedad privada y acceder a recursos.

Evidentemente, esto desmotiva a los posibles inversionistas y desacelera el proceso creativo de nuevas y mejores tecnologías.

En pocas palabras, garantiza que un estado fracase social y económicamente.

Estas instituciones extractivas están a nuestro alrededor; las vemos en la televisión y muchas veces entramos en contacto con ellas en nuestro día a día (si es que somos habitantes de naciones marginalizadas por estas instituciones).

Un alto

Basta con ver a naciones autocráticas y con dictadores, dónde vemos capitalismo clientelista, falta de derechos de propiedad privada y carencia de controles y equilibrios.

Y es precisamente este último concepto, “controles y equilibrios”, el que nos permitirá a los ciudadanos de países con mayoría de instituciones extractivas evolucionar a instituciones inclusivas.

Esto sucederá en el momento en que bastos sectores de la población nos organicemos y levantemos la voz.

No es necesario la violencia o la inestabilidad, sino ejercer una presión constante que forcé a aquellos que han hecho mal uso del poder a cambiar y entregar poco a poco más oportunidad a los demás sectores para ser representados e incluidos.

Los riesgos

El riesgo que corre una sociedad, ignorante de los beneficios de una comunidad próspera, al derrocar a un régimen con instituciones extractivas es que estos mismos caudillos liberadores se convierten en los nuevos opresores de la población.

De ahí la importancia de hacer cambios graduales y paulatinos. No hay prisa.

Todos quisiéramos tener sociedades pluralistas y mejor división de riquezas, pero tenemos que pensar en que por querer hacerlo todo en un solo movimiento, en cambiar todo de un día para otro, nos enfrentaremos a la gran probabilidad de dejar las cosas peor de lo que estaban.

Casos como este son, en décadas anteriores, lo sucedido en la Argentina de Menem o en la Venezuela de Chávez. Inclusive sociedades como la británica, la estadounidense, la japonesa y la alemana, que son referentes mundiales de inclusión y de buena calidad de vida, han tenido que atravesar por etapas críticas en las cuales los vicios de la ambición personal dieron fruto a instituciones extractivas.

El deber como filósofos

No hay comunidad perfecta o nación ideal. Nuestro deber como filósofos de hoy es ayudar a otros a reflexionar sobre su presente e interesarse en hacer algo.

Mientras más personas sumemos, más fácil será transicionar hacia círculos virtuosos de apoyo e inclusión que nos permitan escapar de las trampas antiguas que hoy envenenan el corazón de nuestras comunidades.

Conclusión

Las instituciones inclusivas son esenciales para el desarrollo y la prosperidad de una sociedad.

Al garantizar que todas las personas, independientemente de su origen, género, edad o habilidades, tengan acceso a oportunidades equitativas, estas instituciones fomentan un ambiente de justicia y bienestar colectivo.

La inclusión no solo promueve la diversidad y la igualdad, sino que también impulsa la innovación y el crecimiento económico al aprovechar el potencial de toda la población.

La creación y el fortalecimiento de instituciones inclusivas son fundamentales para construir una sociedad próspera, justa y resiliente.

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La Disciplina, de lo abstracto a lo objetivo La Reflexión Filosófica que Despierta CR7

Filósofos, psicólogos y expertos en diversas áreas han tratado de definir la disciplina. Hasta el momento, la única forma en la que podemos medir este concepto abstracto es basándonos en resultados y logros.

Podemos aproximar la definición de disciplina en la capacidad que cada quien tiene por seguir las normas y principios establecidos, así como el poder controlar pensamientos, acciones y emociones con el objetivo de alcanzar metas.

Los educadores, los deportistas, los coaches de vida y los líderes laborales hablan mucho de disciplina y nos invitan a sumarnos a este estilo de vida por nuestro bien y el de la comunidad donde nos desenvolvemos.

Pero si dedicáramos nuestras vidas a perseguir metas sin disfrutar el proceso para alcanzarlas, sería muy difícil encontrar propósito y vivir felices.

Encontrando un propósito

Bien estaríamos ocupados y nos mecanizaríamos de alguna forma. Estaríamos persiguiendo zanahorias colgadas en varas frente a nosotros.

En cambio, si encontramos un propósito y después trazamos metas con una correcta intención, estaríamos felices de realizar el proceso y felices por la motivación que encontraríamos cada mañana.

Cuando la disciplina es instaurada para cumplir metas que no nacen de una correcta intención, entonces tenemos una disciplina falsa, opresora.

En cambio, cuando la intención es correcta y se encuentra un propósito que cumplir, la disciplina es necesaria para mantenernos en un estado consciente y congruente de pensamientos y acciones.

Intención correcta

Por correcta intención entendemos todo aquello que cumple con el ciclo de creación-destrucción-transformación sin alterar la armonía común.

Con el auge de las redes sociales, la popularidad de la disciplina ha aumentado. Vemos a los personajes disciplinados como prueba viviente de que es posible alcanzar lo que uno desea a través de la disciplina.

Uno de estos personajes que ha servido como modelo para miles de personas, así como también para levantar polémica en cuanto al supuesto egoísmo inherente en la práctica de la disciplina, es Cristiano Ronaldo, mejor conocido por sus siglas CR7. ¿Es el futbolista portugués de 40 años el ejemplo a seguir en cuestión de disciplina?

Ronaldo declaró hace unas semanas que era el mejor futbolista de todos los tiempos. Con la confianza que le dan estadísticas sólidas, no pudo escapar la crítica dura contra la arrogancia que supuestamente mostró.

Para reflexionar

Este debate, aunque banal para fines de bienestar global, despierta una reflexión filosófica importante: ¿Ser disciplinado es acaso un enmascaramiento de un acto egoísta?

Anteriormente hemos establecido que la disciplina personal es una práctica que repercute directa e indirectamente en el bienestar de la comunidad. La razón, una intención correcta colectiva desencadena una serie de ciclos virtuosos. Entonces, ¿por qué vemos tan mal que Ronaldo admita que él cree que su disciplina lo ha convertido en el jugador más completo de la historia?

En su cabeza, en su mundo, independientemente de lo que otros crean, él es el mejor que conoce. Su disciplina estricta lo hace seguro de sí mismo, su constancia lo respalda.

Ronaldo y otros entusiastas de la disciplina trazan las métricas de la disciplina personal como:

  • La consistencia en hábitos.
  • La gestión del tiempo.
  • El autocontrol.
  • El cumplimiento de objetivos.

Hábitos benéficos

Esta serie de hábitos benéficos se traducen en acciones diarias como llegar a tiempo a un compromiso, entregar trabajos de calidad, colaborar en equipo, seguir las reglas colectivas, mejorar constantemente y demostrar ecuanimidad ante estallidos emocionales repentinos. Pero todo esto requiere motivación.

La motivación para ser disciplinado proviene en un 95% de uno mismo y en un 5% de afuera.

La disciplina mental es parte integral de la disciplina personal. Ronaldo utiliza un método de autoprogramación en el cual compite contra otros y contra sí mismo para motivarse y lograr resultados.

No es el único que encuentra la fuerza en competir; diversos líderes disciplinados en todas las áreas de la vida lo utilizan también.

El autoconocimiento y la confianza

El autoconocimiento y la confianza en uno mismo son importantes para ser disciplinado. Si uno no respeta sus límites y busca mejorar sus hábitos, no verá resultados en sus hábitos disciplinados.

Es este aspecto, subjetivo y abstracto, el que más impacta en los logros de la vida.

La motivación, y en particular, la automotivación es la clave para encontrar fuerza en las exigencias de seguir una disciplina, mientras que la intención correcta nos lleva al propósito que nos permite hacer lo que hacemos, felices a cada momento.

Así que la próxima vez que alguien quiera subestimar la disciplina de alguien argumentando que es subjetivo o ineficiente, recuérdale que aún las cosas que no se pueden palpar alimentan a las personas que funcionan como agentes de cambio.

Conclusión

La disciplina es un concepto subjetivo que, aunque puede parecer abstracto, tiene un impacto directo en nuestros logros y resultados en la vida.

La motivación, el autoconocimiento y la confianza en uno mismo son elementos clave para desarrollar la disciplina necesaria para alcanzar nuestros objetivos.

Al entender y aplicar estos principios, podemos aprovechar al máximo nuestra capacidad para lograr el éxito y convertirnos en agentes de cambio en nuestras vidas y en la sociedad.

La disciplina, lejos de ser una restricción, se convierte en una herramienta liberadora que nos permite alcanzar nuestro máximo potencial.

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Cómo el wokismo puede ser una amenaza para la libertad de expresión

En la actualidad, ya no basta tener un ingreso alto y posesiones materiales para formar parte de un estatus social alto; ahora es necesario también tener creencias y opiniones sofisticadas que separen a uno de “la plebe“.

Vemos cada vez más personas de estratos sociales altos jugando a ser pseudo-intelectuales, compartiendo en redes sociales y medios de comunicación sus creencias vanguardistas que llaman a la acción social.

Vivimos en esa época de peligro en la cual tenemos que cuidarnos de las ideas que expresa quien solo quiere reafirmar su poder e influencia y que no está preocupado o preparado para emitir un análisis educado de las propuestas que apoyan.

El sociólogo Rob Henderson acuñó el término “creencias de lujo” para llamar a este fenómeno.

Un falso enfoque

Nosotros, los consumidores finales de estos eruditos de la fama, podemos reconocerlo más llanamente con movimientos como “desfinancien la policía”, “las vidas negras importan”, “la agenda LGBTA+” y otro tipo de causas de moda, que, aunque bien intencionadas en su inicio, han sido deformadas hasta restarle importancia a sus objetivos principales y convertirse en plataformas de popularidad.

El que la clase alta utilice sus opiniones e ideas para diferenciarse de los demás no debe ser tomado a la ligera, pues las personas emuladoras se adhieren a estas ideas de moda con tal de pertenecer, llevando a veces a la práctica sin siquiera entender que están apoyando.

Claro, ejemplo: lo vemos en los defensores del uso de términos inclusivos que realmente no promueven la justicia social.

Es importante estar conscientes de esto que está ocurriendo y no dejar  que nosotros o nuestros hijos seamos distraídos por estas creencias de lujo de los problemas verdaderos.

Diversas opiniones

Es una lástima asociar ahora el wokismo con superficialidad por el mal uso que se le ha dado. Vemos wokes que además de aportar en el ámbito político y de justicia social, también se aventuran a opinar en educación, economía y cultura. Todo en nombre de demostrar la nueva cara del poder: el pseudo-intelectualismo.

Estar consciente y participar en la lucha por la justicia social es algo que a todos nos debería interesar, sin embargo, debemos ser cuidadosos en no hacerlo de la forma comercial que se está haciendo, con gestos simbólicos y declaraciones que no llegan a compromisos reales.

La crítica dura al wokismo y a las creencias de lujo ocurre cuando influencers y celebridades apoyan causas desde una posición privilegiada y no tienen que sufrir las consecuencias de sus actos, contrario a las demás personas emuladoras que no gozan del mismo estatus socioeconómico.

También lo vemos cuando los woke centran su labor en corregir políticamente lo que ellos consideran ofensivo en lugar de abordar a profundidad las causas de la injusticia social y hacer un cambio duradero. 

Lo que debemos evitar

Si alguien considera excesivo este análisis, por favor recuerde que en estos momentos hay personas “cancelando” a alguien por sus ideas. Y si la cancelación wokista no es una seria amenaza contra la libertad de expresión, ¿entonces qué es?

A toda costa debemos evitar movimientos que condenan y excluyen. ¿Dónde queda la justicia social en ello? La interpretación personal en este caso genera intolerancia y entorpece los diálogos politólogos.

Es una lástima asociar ahora el wokismo con superficialidad por el mal uso que se le ha dado. Estar consciente y participar en la lucha por la justicia social es algo que a todos nos debería interesar, sin embargo, debemos ser cuidadosos en no hacerlo de la forma comercial que se está haciendo, con gestos simbólicos y declaraciones que no llegan a compromisos reales.

La crítica dura al wokismo y a las creencias de lujo ocurre cuando influencers y celebridades apoyan causas desde una posición privilegiada y no tienen que sufrir las consecuencias de sus actos, contrario a las demás personas emuladoras que no gozan del mismo estatus socioeconómico.

¿Qué se debe abordar?

También lo vemos cuando los woke centran su labor en corregir políticamente lo que ellos consideran ofensivo en lugar de abordar a profundidad las causas de la injusticia social y hacer un cambio duradero.

Si alguien considera excesivo este análisis, por favor recuerde que en estos momentos hay personas “cancelando” a alguien por sus ideas.

Y si la cancelación wokista no es una seria amenaza contra la libertad de expresión, ¿entonces qué es? A toda costa debemos evitar movimientos que condenan y excluyen. ¿Dónde queda la justicia social en ello? La interpretación personal en este caso genera intolerancia y entorpece los diálogos politólogos.

Conclusión

El wokismo, aunque busca promover la justicia social y la inclusión, puede convertirse en una trampa cuando limita la libertad de expresión al imponer creencias de lujo.

Al enfocarse en la corrección política extrema, se corre el riesgo de silenciar voces disidentes y restringir el debate abierto, crucial para el crecimiento y la evolución de la sociedad.

Es esencial encontrar un equilibrio que permita expresar diversas opiniones sin miedo a la censura, fomentando así un entorno donde todos puedan contribuir al diálogo constructivo.

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La búsqueda por transformar y modificar al ser humano a través de la tecnología ha llegado a un punto donde desafía las posturas éticas del momento.

El transhumanismo ha sido ampliamente criticado por filósofos y abogados de los derechos humanos.

El filósofo estadounidense Wesley J. Smith llamó al transhumanismo un “minushumanismo” por querer reducir al humano a una serie de características generadas por la tecnología.

No hay duda de que estamos presenciando un movimiento eugenésico cubierto en una noble causa.

El debate

El debate contra el transhumanismo nace en gran medida por la posición que muchos de sus exponentes adoptan a la hora de decir que la humanidad es frágil y terminal y que, por lo tanto, necesita ser “actualizada”.

Exponentes como Smith o Jean-Marie Le Méné sostienen que la humanidad es más que solo características y habilidades, sino que también hay emociones, conciencia y experiencias que tomar en cuenta.

 Jean-Marie Le Méné, por ejemplo, teme que la inteligencia artificial y la robótica puedan significar el fin de la humanidad como tal y que esto lo vemos en cómo ahora la vida humana se ha convertido en una fuente de lucro.

Muchos de nosotros, aún sin ser expertos en ciencia y tecnología, podemos imaginar una vida mejor donde la tecnología es adaptada en nuestra biología.

Al hacer un análisis

Ciertamente no hay que ser niños impresionables para emocionarse por lo que el futuro depara.

De igual forma, cuando nos sentamos a analizar lo que ocurre actualmente con ciertas prácticas médicas relacionadas con la transhumanización, podemos ver a grandes leguas que hay algo que no es correcto.

Pensemos en un tema que Le Méné promueve como ejemplo de la comercialización de la vida: la selección y modificación de embriones. Una práctica completamente eugénica.

Recordemos que la teoría y práctica de la eugenesia nace con Francis Galton, un primo de Charles Darwin, en 1883 y que es en la Alemania nazi donde cobra mayor fama.

En la actualidad

Actualmente la Organización de las Naciones Unidas considera la práctica de la eugenesia como peligrosa e inmoral.

El síndrome de Down es una discapacidad intelectual y física ocasionada por una condición genética.

No tenemos aún cura, aunque existen diversas terapias para mejorar las vidas de las personas con este síndrome. Desde los ojos del transhumanismo, los niños con síndrome de Down son “mejorables”. Hablamos de normalidad –aunque la vara con la que se mide la normalidad es algo arbitraria– cuando creemos que existen deficiencias genéticas en estas personas.

Cálculos a nivel mundial

Se calcula que a nivel mundial un 85% de los fetos detectados por la prueba de amniocentesis son abortados. Cabe resaltar que esta prueba se realiza después de la 12ª semana de gestación.

¿Qué representa esto en el gran esquema transhumanista? Padres, quizás estén buscando ahorrarles a sus futuros hijos la rudeza humana, evitarles ser discriminados y excluidos, o quizás se trate de un motivo egoísta como el no tener que dedicar tiempo extra en cuidados, pero lo que realmente logran es acentuar una práctica cada vez más común: estamos decidiendo quién puede o no nacer.

El juego a ser Dios no está necesariamente en los laboratorios tecnológicos, sino en una “inocente” decisión entre padres en un consultorio médico.

Las justificaciones son muchas y no tenemos autoridad para juzgarlas, pero sí vale la pena invitar a la reflexión sobre el acto discriminatorio y eliminatorio que estamos realizando como sociedades.

Por omisión de opinión y complicidad de participación estamos apoyando la agenda transhumanista que no necesariamente debe ser percibida en un ambiente alarmista, pero que sí debe ser regulada ante un consenso abierto.

Conclusión

El transhumanismo, al promover la mejora de las capacidades humanas mediante la tecnología, plantea serios dilemas éticos, entre ellos, el riesgo de una nueva forma de discriminación.

La selección de la vida basada en mejoras biotecnológicas podría exacerbar las desigualdades existentes, creando una división entre aquellos con acceso a estas tecnologías y aquellos sin acceso.

Esta nueva forma de selección podría perpetuar injusticias sociales, económicas y de salud, cuestionando el valor intrínseco de la diversidad humana.

Es crucial abordar estos desafíos con políticas inclusivas que eviten la marginación y fomenten la igualdad de oportunidades para todos.

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